Un Lexatín por favor….
En el mundo desarrollado, a parte de tener moviles, ordenadores e infinidad de aparatos que nos hacen la vida más sencilla, tenemos estrés. Pero no un poco de estrés, un montón de estrés.
La manera más popular de manejar ese estrés son los tranquilizantes, relajantes, la pastilla para dormir o como queramos llamarla…Y es la más popular porque consiste basicamente en abrir la boca, empujarla hacia el fondo y tragar.
Y al final, a eso es lo que nos dedicamos en mayor medida: a tragar. Tragar con lo que no nos gusta de nosotros mismos o de los demás por miedo a cambiar, por miedo a experimentar, por miedo a ver lo vulnerables y frágiles que somos, al fin y al cabo por miedo a sentir.
¡Cuantas veces un abrazo, un saludo afectuoso, tan solo una acaricia en el momento adecuado han sanado cuerpos y almas!
Necesitamos sentir, expesarnos, hablar, gritar, llorar, sentirnos mal para poder después sentirnos bien , hacer ejercicio hasta quedar sin aliento, amar hasta llorar emocionados, reir a carcajadas, tocar y ser tocados, amar y ser amados.
Porque al fin y al cabo nos debemos a nuestras emociones, a nuestros amores y a nosotr@s mism@s.
María J. González – Lic. Farmacia